Hoy es 31 de octubre y no hay nada mejor en estas fechas que sentarse a disfrutar de las películas de temática oscura, llenas de magia, cementerios y espíritus errantes. Y entre los títulos que en estas fechas podemos disfrutar ( y que a mí particularmente me ha encantado por su mensaje) es el de La Novia Cadáver, película que en 2005 estrenó el maestro del cine gótico y de animación, Tim Burton.
Sin embargo, hay algo de histórico en esta emotiva película, y es que está basada en un cuento popular que proviene de los pogromos rusos antijudíos del siglo XIX (incloso hay quien data el cuento de antes y se le atribuye a Isaac Luria de Safed, un rabino cabalista del siglo XV, pero no he podido encontrar nada al respecto) en los que los rusos que seguían al zar asesinaron a miles de judíos. La policía local y, a veces, incluso los militares estaban involucrados.
El primer pogromo comenzó en 1881 cuando fue asesinado el zar Alejandro II. Se rumoreaba que los judíos eran los responsables y el zar Alejandro III los culpó a ellos de los disturbios y les impuso restricciones. No podían vivir en pueblos pequeños, trabajar en determinadas profesiones o educarse. Solo a un pequeño porcentaje (como del 3 al 10%) se le permitió trabajar como médico o ir a la escuela. Las sinagogas fueron cerradas y Moscú incluso fue "limpiada" de su población judía. Y, por supuesto, se les quitó el derecho al voto.
Alejandro III explicó la razón de estas acciones: "No debemos olvidar que los judíos han crucificado a nuestro Maestro y han derramado su preciosa sangre". Más tarde se admitió que el gobierno esperaba que un tercio de los judíos emigrara, un tercio se bautizara y un tercio muriera.
Durante este tiempo, decretó que los rusos atacaran carruajes de bodas o fiestas y asesinaron a la novia para que no pudiera tener hijos judíos. Hay dos historias sobre por qué fue enterrada con su vestido. El primero dice que los rusos enterraron a la novia con su vestido en una tumba poco profunda. La segunda viene al parecer de una tradición : enterrar el cuerpo en la ropa con la que murieron.
De esta forma, la linea sucesoria termina sin descendencia. El objetivo de este cuento popuplar, es el de recordar a las novias perdidas en pogromos, y la novia viva insiste en que la novia muerta sea recordada y continuada. Es la mujer que empodera a los perdidos en los pogromos y lleva la línea judía a pesar de la tragedia.
A continuación os dejo el cuento completo que he podido encontrar investigando por internet mientras me documentaba para este post y que inspiró dicha película, acompañado de esta improvisada sesión de fotos que surgió como idea para un trabajo universitario de una amiga, y que poco a poco fue tornando hacia una estética y una ambientación de un estilo gótico y oscuro.
Con un vestido de novia raído (que por aquel entonces pertenecía a la hermana de una compañera y que por avatares del destino acabó en el almacén de mi estudio), Rocío encarnó a la perfección para este experimento fotográfico, a esa novia protagonista de una trágica historia de amor entre dos mundos, el de los vivos y el de los muertos.
Sin maquillaje, ni peluquería, ni grandes artificios, con apenas un candelabro y un par de velas que lograron ambientar la escena con aire oscuro y melancólico que tanto me gusta, dejamos volar la imaginación inspiradas por esa siniestra y a la vez romántica historia de la Rusia zarista, cargada de superstición y esoterismo.
Y sin más que añadir, os dejo con las imágenes, y el cuento que dio vida a la novia cadáver.
—Rabino —preguntó el joven sin aliento—, tengo una pregunta muy importante que hacerte. Si por alguna razón alguien caminara por el bosque y de repente viera un palo con la forma de un largo dedo huesudo saliendo del suelo y se le ocurriera poner un aniño de oro de boda en él y hacer la danza ceremonial y pronunciar los votos de casamiento, ¿será un matrimonio real?
—Oh, no. No, por supuesto que no. Es solo una cuestión hipotética.
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